miércoles, 14 de octubre de 2015

¡Hola mis chicos! Dejo el capi 39, espero les guste y lo disfruten. Para ser más ordenada las publicaciones, pondremos el día miércoles para subir capi. De  esa forma ustedes ya saben y no los tengo comiéndose las uñas. El próximo capi seguramente no s meteremos en la despedida de soltera y boda de la señorita Svetlana y su amor Anthony. ¿Les parece?
Ah, para las chicas que preguntaron donde se ubicaba el reproductor con los temas de los Craig que me inspiraron, los encuentran en la parte superior del blog, la línea rosa. Cada tema indica que personaje se lo dedicaría y a quien.

Un beso grande y anímense a comentar en el blog e intercambiamos opiniones. Muchas gracias. Lou



Capítulo 39

Confidencias.

 Lenya.

Había transcurridos varios días de haber llegado a la Isla del Oso, la isla más austral del archipiélago noruego de Svalbard. Con un sol que rara vez se asomaba entre nubes tormentosas y cuando lo hacía no se ocultaba en el horizonte debido al verano. Con un mar oscuro y helado aunque no lo suficiente para impedirnos la navegación. Aquí estaba yo, respirando aire puro, en la zona oeste de la playa, rodeado de soledad. Varios grupos de focas reposaban en las rocas grisáceas donde las aguas, agitadas al ritmo del ir y venir de las olas, no las alcanzaban. Haría frío para los humanos, quizás. Para mí se percibía agradable. El viento golpeaba mi rostro mojándolo con gotas de mar saladas como si quisiera despertarme de una buena vez de ese sueño que alguna vez me había atrevido a soñar.

Por poco había podido ser feliz junto a ella…

Cerré los ojos…

Liz… ¡Con qué mal concepto te has quedado de mí! Eso es lo que más dolía.

De todas formas, ¿no es la mejor opción si esa mujer no será tuya? Sí… Era preferible que me odiara. De lo contrario cómo hacer para evitar rodearla entre mis brazos y comerle la boca si ella no pondría resistencia. Pero sus ojos esa última vez… me dijeron que no deseaba verme más.

Iba a cumplir… Por ella y por mí.

Un motor lejano provocó que mis ojos se abrieran y la imagen de “mi rubita” se desvaneciera en la mente. Giré mi rostro hacia la derecha y pude distinguir un vehículo de rodado importante que avanzaba a gran velocidad por la costa hacia mi dirección. Era un coche de esos que pueden trasladarse a toda velocidad por la arena y por médanos. Un estilo pick up color verde oliva.

Aguardé inmóvil mientras las focas se disgregaban arrastrándose con agilidad hacia las oscuras aguas. Subí la cremallera y el cuello de mi chaqueta azul  impermeable, y aguardé inquieto. ¿Habría ocurrido algo con Sebastien?

El vehículo “todo terreno” aminoró la marcha y se detuvo a pocos metros de mí.

Arquee la ceja y fingí una sonrisa al ver al conductor, bueno… conductora.

Ster, hija de András, nuestro socio, parecía empecinada en seguirme los pasos.

¿Cómo deshacerme de ella? Miré de reojo las aristas puntiagudas del risco que daba al mar, a una importante altura… No, no era buena idea. Mejor respiraba profundo y me armaba de paciencia. A lo mejor podría ocurrírseme una excusa valedera e inteligente para escapar de sus garras e insistencia.

-¡Lenya! ¡Qué suerte te he encontrado!

-Ster, ¿qué tal?

-Yo muy bien.

Bajó del coche y se acercó sonriendo con su cabello rubio escapando de su gorra negra a causa del viento de la costa.

Al llegar a mí se puso en puntillas de pie y me dio un beso sonoro en la mejilla. Bien… Mejilla casi boca.

Con las manos en los bolsillos de su grueso abrigo balanceó sus pies en el lugar hamacándose como una quinceañera nerviosa ante un posible pretendiente. Bajó la vista y sonrió.

-Ster, ¿por qué estás aquí? ¿Me seguiste?

-De hecho no –se apresuró a decir.

Sus ojos me miraron y sus mejillas enrojecieron.

-Estoy aquí porque tu hermano me dijo que posiblemente estabas en el lado oeste de la playa. Yo… Vine avisarte que ha llegado el velero Sterna hace una hora y Rodion pregunta por ti. Rodion se llama tu amigo, ¿verdad?

-¿Rodion aquí?

-Sí.

-¿Por qué no ha venido él hasta aquí?

-Pues porque yo tengo vehículo y llegaría más pronto. A propósito –giró su cabeza a un lado y otro buscando un transporte-, ¿cómo has llegado hasta aquí?

-Corriendo.

-¿Corriendo?

-Sí, entreno para correr carreras en Murmansk desde bastante tiempo.

-¡OH! Eres genial.

-Sí eso decía mi madre, gracias. Ahora, ¿podríamos ir a la central?

-Por supuesto, por eso he venido. Intenté que Rodion me acompañara pero dijo que prefería esperarte en tu cabaña. No lo noté muy bien.

Mi rostro empalideció. Más de lo que acostumbraba a lucir por ser vampiro.

-¿Qué dices? ¡Vamos, por favor! No perdamos tiempo.

Subimos al coche y ella se dispuso a manejar con una agilidad y velocidad increíble.

-No te asustes. Conduzco desde muy jovencita.

-¿Sobre la arena también?

-Sí. No en esta isla pero en otras playas de Europa he adquirido bastante experiencia.

De ahí en más todo el viaje comenzó a detallarme una serie de consejos como conducir en la playa. Como si fuera a conducir… ¡Qué diablos me importaba!

-Debes estar atento a los pozos o algún badén aunque sea inhóspito el lugar. Procura no forzar el motor ya que la fricción con la arena suele calentar el motor. Cuando subes los médanos no debes hacerlo en diagonal, puedes volcar. Y para arrancar siempre en segunda, de lo contrario te enterrarás.

-De todas formas no estoy asustado. Estoy preocupado por mi amigo- interrumpí.

-Llegaremos muy pronto, tranquilo.

Estaba preocupado por el repentino viaje de Rodion, además el aroma a hormonas femeninas en la cabina del coche estaba mareándome. Temía que saltara sobre mí y abusara. En realidad no lo hizo abiertamente…

-Lenya, ¿tienes novia?

-¿Disculpa?

-Pregunto si tienes novia. Me gustas mucho y creo ser un buen partido para ti. Soy soltera, inteligente, graduada con las mejores notas en la Universidad de Oslo, mi padre empresario, y no me considero poco atractiva.

Por un momento su seguridad hizo que recordara a mi hermana Scarlet, claro que sin su glamor y frescura.

-Ehm… Sí, eres un excelente partido, pero no para mí.

Desvió la vista unos segundos de la playa y me miró como si le hubiera arrancado el corazón.

¡Lenya, invéntate algo ya!

-Soy gay.

¡Mierda! ¿Esa idea se me había ocurrido? ¿No tenía otra mejor?

Suspiro con alivio y luego sonrió.

-Mil disculpas Lenya. Te he atosigado, perseguido hasta el cansancio.

-Nooo, en absoluto –mentí.

-¿Podrás disculparme?

-No te preocupes. Está todo bien.

Después de un largo silencio en el que creí que por fin su boca parlanchina no emitiría sonido murmuró riendo.

-No puedo creerlo, mi hermano estará feliz.

-¿Tu hermano?

-Siiii. Es gay, ¿sabes? Y en cuanto te vio la otra vez que visitó la isla quedó enamorado de ti.

-¿No digas? –pregunté tragando saliva.

¡La madre que los pariooooo!

Mi pregunta esencial sería… ¿Tenía un imán para meter la pata o cualquiera que manejara el destino me odiaba?

El resto del viaje tuve que soportar escuchar las cualidades del hijo de András de la boca de su hermana. ¡Por los infiernos! Fue una suerte que en la puerta de la cabaña estuvieran Sebastien y Rodion esperando. Lo único que atiné es a darle las gracias y saltar del vehículo prácticamente en movimiento.

Sebastien me miró y aguardó que me acercara para bromear.

-Vaya hermano, cualquiera diría que te has escapado de un secuestro.

-Algo así.

Saludé a Rodion y mis ojos buscaron su mirada para conseguir que me adelantara el motivo de su visita. Sin embargo sólo consiguió preocuparme más.

Yo… Los dejo solos –dijo mi hermano-, estaré con András en el bar planeando el nuevo acueducto. Nos reuniremos en dos horas. ¿Les parece bien?

-Sí, allí estaremos –murmuré mientras Rodion asentía con la cabeza.

Apenas entré a la confortable cabaña seguido de Rodion, me senté en uno de los sofás mientras él se mantenía de pie cerca de la puerta.

-Oye, ¿es tan grave lo que me dirás que temes por tu vida y deseas escapar?

-Es grave –susurró-, pero no es por ti. Es algo sobre mi vida. Y estoy de pie porque no puedo sentarme y mantenerme quieto. Me siento… Estoy muy nervioso.

-¡Diablos Rodion! Larga el rollo de una vez.

-Voy a ser padre.

Pestañee varias veces y mi boca se abrió como “O” redonda.

-Sí sabía que te tomaría de sorpresa. Lo mismo me ocurrió a mí.

Me recosté en el respaldo sin dejar de mirarlo boquiabierto.

-Sí, me sorprendiste –dije al fin.

-¡Te das cuenta que catástrofe!

Arquee la ceja.

-Bueno, tampoco catástrofe. Si me dijeras que no amas a Sara podría ser difícil y… ¿No la amas? Estamos hablando de Sara, ¿no es así?

-¿Y de quién más? ¡Claro que hablamos de Sara! Pero…

-¿Pero?

-Lenya, Sara es adorable y la deseo…

-¿Pero? –volví a insistir.

-Tengo a tu madre muy metida en mi corazón.

Bajé la mirada y me mantuve pensativo.

Cierto que nadie ocuparía el lugar de mi madre para ningún macho. Ella era especial y nadie la reemplazaría. ¿Sin embargo era justo para Rodion?

-Siéntate Rodion.

Aceptó la invitación y se ubicó frente a mí.

-Rodion, mi madre está muerta y no volverá. Debes aprender a vivir con eso. Eres joven, no deberías renunciar a amar de nuevo. Menos ahora que serás padre. ¿Te gustaría que tu hijo no creciera contigo?

-¡Eso nunca!

-¿Entonces?

-Sólo digo que no es lo que yo esperaba del amor. Ella me gusta mucho, es encantadora…

-Entiendo, ¿por qué no te das un tiempo para pensar que quieres de tu vida?

-Yo… me hubiera gustado que tu madre viviera.

Pensé unos segundo y dije lo que pensaba, aunque doliera era la cruda verdad.

-Voy a decirte algo, Rodion. Sabes que no busco lastimarte como antes.

-Lo sé.

-Lo hago porque es la verdad.

-Dime.

-Mi madre está muerta, pero si viviera jamás se enamoraría de ti. No porque no lo merecieras, sino porque ella amaba a mi padre y lo haría hasta el último día de su vida.

Bajó la vista y sonrió apenas.

-Lo sé.

-Creo que hay algo más que te impide entregarte a Sara. Porque cuando la miras tus ojos brillan de entusiasmo y dicha. Sin embargo hay algo… ¿Qué es Rodion?

Sus ojos observaron la sala acogedora y confortable que nos rodeaba antes de mirarme.

-Yo, Rodion Vasíliev, ¿qué puedo ofrecer a mi hijo y su madre?

-¿Te recuerdo lo que me has dicho cuando te dije que no había tenido padre? ¿Recuerdas? Te enojaste y me reprochaste que no te hubiera visto como un padre a pesar de la ausencia de mi progenitor. Ese día entendí que padre no era sólo aquel que te había dado la vida sino aquél que había estado contigo todo el tiempo, acompañando tu crecimiento, siendo tu guía. Hoy frente a ti después que tanta agua pasó bajo el puente te digo convencido que sí tuve un padre y fuiste tú. Y si no te hubieras cruzado en nuestro camino ignoro si hubiera podido tener tanta suerte.

Sonrió con una mueca de escepticismo.

-Hay que reconocer que cuando te propones ser encantador, Lenya… lo consigues. Entiendo a Liz.

Sonreí.

-¿Sabes? Tengo memoria suficiente para acordarme de cada consejo que me has dado. Seguramente tú creerías que no te escucharía o no te prestaría atención, pero sí lo hacía. Una vez me puse muy mal porque no lograba materializarme. Ya era un adulto. ¿Recuerdas que tomaste un pasaje de ese filósofo y escritor romano… ehm…?

-Séneca –contestó.

 -Exacto. Decías, Admira a quien lo intenta, Lenya… aunque fracase.

Sonrió.

-Creí que no te acordarías de aquellos tiempos. Sé que soy un ser honorable pero a veces no basta. Yo… -titubeó si hacer memoria o no-. Cuando mi hermano Sergey me echó dejándome sin nada, me convertí en poca cosa. No porque el dinero fuera lo más importante para mí, pero no tenía nada que brindar a una futura compañera si quería formar un hogar.

-Formaste un hogar junto a nosotros, Rodion. Trabajaste arando los campos de alrededor de sol a sol.  

-Sí, cierto. Hasta que me convertí en un vampiro. Entonces, sólo fui tu sirviente. Nada sé hacer. Sólo sirvo para dar consejos.

-Ahora yo voy a aconsejarte Rodion, según un filósofo anónimo cuyo nombre ignoro pero en tu caso servirá. Hay cuatro cosas que no vuelven más. Una bala disparada, una palabra hablada, un tiempo pasado, y una ocasión desaprovechada. Querido y fiel amigo, no dejes que la felicidad se te escurra de las manos por el miedo.

Sonrió nuevamente, mirándome con esa ternura que solía hacer cuando yo lo atormentaba con preguntas sobre la vida.

-¿Consejos vendo para mí no tengo? –agregó.

Reí.

-Sí, puede ser. De todas formas ahora tú eres quien importa. Lo mío no tiene solución.

Arqueó la ceja pero no dejé que continuara. Me puse de pie.

-Vamos, Sebastien debe estar preguntándose cuál es nuestro secreto.

Rio.

-Okay, vamos. Quiero que sepas que no le he dicho nada a tu hermano. Prefiero que Sara se encargue de ello.

-Cuenta conmigo.

…………………………………………………………………………………………….

El bar estaba ubicado en el centro comercial. Bueno, no podía llamarse centro comercial al único mercado de víveres rodeado de las cabañas de los obreros y distintos empleados de la estación meteorológica de la isla. Sin embargo era lo más parecido a la urbanización si tomábamos de ejemplo el Polo Norte y sus islas.

Gracias a András y a mi hermano la cafetería lucía esplendorosa y elegante, además de acogedora. Quizás con la idea que poco a poco las esposas, novias, hembras, o lo que fueran, poblaran la isla incentivando a sus parejas a permanecer más tiempo en las tierras heladas.

Sentados en una de las mesas que daba a la costa salpicada de rocas de todos los tamaños, bebí un trago de whisky escocés, regalo de András a Jim, el viejo mesero, que tan gentilmente convidó con una ronda. Mi hermano habló sobre el futuro acueducto y afianzó la idea de que la compra y transporte de agua mineral seguía siendo lo más indicado. András estuvo de acuerdo e informó a Sebastien que el ingeniero había terminado los estudios del suelo en la isla y la forma de construir la obra se hacía imposible. Por otra parte montar  una planta desalinizadora para convertir el agua de mar en potable significaba gastos demasiado extraordinarios. A sí que el proyecto quedó trunco.

Noté a Rodion pensativo y callado todo el tiempo que estuvimos reunidos, y no era para menos. Nada ni nadie lo sacaba de quien sabe que pensamiento o idea de cómo enfrentar la situación ante Sara, si él mismo no se creía merecedor del amor y de una familia.

Claro que su mundo aislado terminó en el momento que András abrió la boca para felicitarme por la supuesta valentía… ¡Por todos los infiernos!

Después de tomar otro trago hasta ver casi el fondo de su vaso, András Paulsen me sonrió y propuso un brindis por mí. Sebastien lo miró, me miró, y dibujó una mueca de no entender el motivo del festejo. Nada era peor que desasnar a mi hermano y verle los ojos gris plata salirse de las órbitas. Creo que preferí en ese instante que la tierra me tragara y surgiera junto al tal Drank abrazados y cantándole una canción de los Beatles para dormirlo. Bueno… Casi.

Lo cierto que cuando András, caballero de brillante armadura y defensor de los casos imposibles defendió mi postura de gritar a los cuatro vientos que era gay, provocó que Rodion saliera de la burbuja y mi hermano me apuñalara con miradas asesinas.

-Mi querida Ster me lo dijo, Lenya. Me alegro que no te avergüences de ser gay.

-¿Perdón? –dijo mi hermano.

-¡Vamos Sebastien! ¿No dirás que eres uno de esos que esconde un familiar porque es gay? –se enfadó András.

-Noo, en absoluto –protestó Sebastien acribillándome con la mirada.

-¡Me alegro mucho! Mi hijo es gay y yo lo apoyo.

-¡Claro! ¡Hay que apoyarlo! Eso es lo que hago todos los días a cada minuto, querido András.

Su rostro tradujo un “voy a matarte” y sonrió fingiendo cordialidad.

Todavía Rodion tocía el trago de whisky por la sorpresa que se había llevado cuando Sebastien se puso de pie de un salto.

-OH, Sebastien, espero no haberte incomodado –se excusó András.

-No te preocupes, no es por tu revelación en cuanto a mi hermano si de hecho -me miró para partirme-, no lo ignoraba y me alegra que te lo haya confesado. Sólo que el próximo Sterna por la mañana será el que nos lleve a destino. Tenemos una boda en la familia, debemos prepararnos para viajar.

-OH, siii me los has dicho. Espero que todo salga bien.

-Gracias, querido socio.

Está demás contar que apenas cerramos la puerta de la cabaña Rodion se echó a reír y Sebastien me regaló el reto del año. Hasta me hizo sentir un miserable. Para eso era experto.

-¿Me quieres decir qué diablos le has dicho a Ster?

Me tiré en el sofá mientras lo observaba con el ceño fruncido y los brazos en jarro.

-Lo que escuchaste, que soy gay. Lo primero que se me ha ocurrido.

-¡Mira qué bien! ¡Qué imaginación tienes!

-¿Cuál es el problema?

-¿Cuál es el problema? ¿De verdad preguntas? Te diré cuál es el problema.

-¡A ver, a ver, sabiondo!

-Que mientras tú te resulta chistoso declarar que eres gay como muy suelto de ropa, hay muchas personas que luchan día a día por tener un lugar en esta puta sociedad que discrimina.

-Sebastien, no es para tanto –murmuré.

-Sí lo es. Te lo tomas como chiste, como una broma, y es un tema serio y sensible para una gran cantidad de seres.

-Okay, okay, Teresa de Calcuta, perdón. No quise burlarme sólo se me ocurrió sacar del medio con esa excusa. Sin embargo, no te preocupes, ya me dijo que su hermano era gay y gustaba de mí así que estaré en problemas cada vez que él viaje a la isla y coincidamos.

-Pues, ¿sabes qué? Dile la verdad. Que estás enamorado de una chica llamada Liz que te vuelve loco y que jamás tendrá remplazante en tu corazón.

-Eres un cagador, Sebastien –protesté-. Ahora sí me has arruinado el día y los sucesivos del mes.

-Me alegro, ¡te lo mereces por irrespetuoso! Voy a hacer mi maleta.

Cuando me quedé a solas con Rodion, él cerró los ojos sonriendo y negó con la cabeza.

-¿Qué querías que hiciera? Abrí la boca y fue lo que salió.

-Ay tu bocota Lenya Craig. Ojalá tu espontaneidad te sirva de algo algún día. Quien sabe…

 

9 comentarios:

  1. Hola cariño, gracias por este capítulo, siempre disfruto de leer tu historia :) ¿Sabes? Me causa gracia la interacción de Sebastien y Lenya, es muy de hermanos, en cierta medida es como si fueran chicos, es muy gracioso, pero Sebastien tiene razón en que su hermano podría contener un poco su lengua, se ofusca con facilidad y eso le trae problemas. Veremos qué pasa con Liz, que le tengo mucho cariño a esa pareja.

    Un besazo, amiga, espero que estés bien.

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    1. ¡Hola Claudia! Tienes razón son dos típicos hermanos. Este Lenya no sabe vivir sin meterse en líos. Veremos que le dice al hermano de Ster cuando se cruce con él. Un besazo amiga y gracias por pasarte.

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  2. Hola Lou!!
    Hay Lenya no se te pudo ocurrir otra cosa, en vez de librarse de ella mas bien le dijo que su hermano es gay jaja, fatal este hombre para las mentiras, a la próxima que tenga cuidado, y me gusto el consejo que le dio Lenya a Rodion muy bien dicho, gracias por el capitulo te mando un fuerte abrazo!!!

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    1. ¡Hola Lau! Jajajaja este Lenya es terrible. Pero le vamos a tirar un manto de piedad porque está solito y sufriendo, ¿verdad? Lo que le dijo a Rodion es sensato. Y sí... Consejos vendo para mí no tengo. Un besote reina y gracias como siempre.

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  3. sin duda alguna la diversidad de tus personajes, sorprenden a cualquiera,,,pero un macho convertido en gay, es el colmo,,jajaj,,,abrazos amiga Lou...

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    1. ¡Hola querido amigo! Gracias por tus comentarios y por estar siempre presente apoyando a lo Craig. Un abrazo enorme.

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  4. Muy buenas mi querida Lourdes, como siempre maravilloso. desde la charla de Rodion diciendo a Lenya que va a ser padre, hasta esa salida de Lenya, que claro no se le ocurre otra cosa que decir SOY GAY jajajaj. Como decimos por aquí no sale de Málaga cuando se mete en malagón, toma ya. Sólo de imaginarme la cara de Sebastien creía que me moría de la risa y esa carcajada de Rodion. Ahora solo faltaba al hermanito de la motera tirándole los tejos a Lenya. A ver como diablos saldría de eso jajajajaj. Besitos corazón espero impaciente el próximo capi.

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    1. ¡Hola Anabel! Mi querida amiga lo paso bomba con tus comentarios. Te agradezco el ánimo que me das siempre para que los Craig sigan adelante. Un beso enorme y veremos que pasa con Lenya y sus metidas de pata. ¡Cuándo madurará! Muchas gracias tesoro.

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  5. Hola Lou... Lenya sigue pensando en Liz... es lógico ya que la ama de veras
    ¡Vaya con Ster!
    Yo creo que Lenya no ha dicho que es gay para burlarse de nadie... mas bien creo que es la primera excusa que se le ha ocurrido para que Ster se olvide de él, y no tener que nombrar a Liz
    jajaja... El problema puede ser ahora el hermano de Ster
    Rodion amó mucho a la madre de Lenya, pero ella no le correspondía... Tal vez un día Rodion se sorprenda amando a Sara, no por el hecho de que vaya a ser la madre de su hijo, sino por ella
    Como siempre, un gran placer leerte
    De vez en cuando, escucho las canciones de arriba... las descubrí hace tiempo ;-)
    Y me parece estupendo saber qué día publicas
    Besos

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